Mineros informales en Perú tienen esperanzas en que Keiko Fujimori termine con las duras medidas contra el sector
La mano dura del Gobierno del presidente Ollanta Humala contra la minería ilegal llevó al cierre de restaurantes, silenció las lodosas calles del pueblo y redujo el flujo de migrantes andinos que buscaban las riquezas de la selva.
En Huepetuhe, un pueblo de mineros informales de oro en la amazonía de Perú, el auge terminó.
La mano dura del Gobierno del presidente Ollanta Humala contra la minería ilegal llevó al cierre de restaurantes, silenció las lodosas calles del pueblo y redujo el flujo de migrantes andinos que buscaban las riquezas de la selva.
Los residentes de Huepetuhe, donde una estatua dorada de un minero musculoso brilla en su plaza principal, ven un rayo de esperanza en la candidata favorita para ganar la presidencia de Perú, Keiko Fujimori, que promete despenalizar las improvisadas minas que son vitales para la economía de la región.
Fujimori ha afirmado que derogará decretos aprobados por Humala, que prohíben el uso de dragas y maquinaria pesada en los ríos, para luego dar inicio a un nuevo intento de formalizar a la minería de pequeña escala.
El compromiso es parte de una estrategia de Fujimori para asegurarse el apoyo de grupos claves y, según analistas, eso le ha ayudado a liderar las encuestas con una ventaja de más de cinco puntos porcentuales sobre su rival Pedro Pablo Kuczynski, con quien se medirá el domingo en una segunda vuelta electoral.
“Voy a votar por Keiko, pero solamente por esa propuesta”, dijo Ronald Vizarreta, de 29 años y empleado en una tienda que compra oro a los mineros en Huepetuhe.
Vizarreta, quien dijo haber sido opositor de la candidata y de su padre el ex presidente Alberto Fujimori, argumentó que, si ella no gana, policías corruptos seguirá sobornando en esa zona, respaldados en una serie de controles que van desde el racionamiento de combustible hasta la prohibición de mercurio.
“Todo es ilegal ahora”, agregó.
Mineros informales en Huepetuhe y otros pueblos en la remota región de Madre de Dios afirman que Humala los traicionó, al tratarlos como criminales que controlan un creciente mercado negro del oro en lugar de ayudarlos a ser parte de la economía legal como prometió cuando era candidato.
Ambientalistas afirman que la propuesta de Fujimori daría pase libre a mineros que han destruido 100.000 hectáreas de bosques y contaminado ríos amazónicos con más de 3.000 toneladas de mercurio.
¿Más contaminación? La policía ha dinamitado maquinarias en decenas de redadas a campos mineros ilegales e incautó una tonelada de oro sospechoso de compañías exportadoras durante el Gobierno de Humala.
“Nunca vinieron a enseñarnos cómo hacer minería sostenible”, dijo Luis Elsin, un minero de 26 años que llegó a Huepetuhe cuando tenía 16.
En el 2014 la policía acabó con una inversión de Elsin de US$2.000 al destruir dos motores que lo ayudaban a bombear el lecho del río para extraer oro.
De más de 70.000 personas que se inscribieron en el programa gubernamental de formalización, menos de 1.000 mineros operan legalmente y ninguno es de la región de Madre de Dios.
“Hoy día son perseguidos, son investigados y lamentablemente, a veces, no pueden comprar la herramienta más importante que es la dinamita”, dijo Fujimori cuando anunció su propuesta acompañada de representantes de los más de 400.000 pequeños mineros del Perú.
Un relajamiento de las restricciones podría aumentar la producción de oro de Perú, el sexto mayor proveedor mundial.
En los tres primeros meses del año, mineros informales en Madre de Dios produjeron alrededor de 5,5 toneladas de oro, casi tanto como la producción de la mayor mina legal de Perú, Yanacocha, según datos del Ministerio de Energía y Minas.
Fujimori niega que en un gobierno suyo se fomentaría la deforestación y prometió proponer nuevas reglas para mineros informales dentro de sus primeros 100 días en el poder.
Su asesor José Carlos Ramírez dijo que promoverían nuevas tecnologías para frenar el uso de mercurio y consideró que concesiones para la industria maderera y la agricultura ayudarán a hacer uso de las tierras degradadas en Madre de Dios.