Valor de las transacciones de fusiones y adquisiciones mineras cae 45% en un año
Los tres mayores movimientos que se vieron durante el primer trimestre de este año fueron desinversiones, e involucraron un monto total de US$ 2.041 millones.
La caída en el precio del cobre y el momento de ajuste que vive la industria minera también se han visto reflejados en los negocios del sector. El número de fusiones y adquisiciones (M&A) mineras llegó a 72 durante el primer trimestre de este año, lo que implicó una caída de 17% respecto al mismo periodo de 2015. Asimismo, el valor de estas transacciones sufrió una baja de 45%, y fue de solo US$ 3,3 mil millones, según el estudio “Desinversiones: extrayendo el valor oculto”, realizado por EY (ex Ernst & Young).
“La continua volatilidad de los precios de los commodities , los balances cada vez más estresados de las compañías y un bajo apetito por adquirir explican la baja en el volumen y precio de las transacciones”, dice María Javiera Contreras, socia líder de la industria minera en la auditora.
El informe señala que en los primeros tres meses del año los ajustes de carteras y las ventas para levantar capital fueron los principales motores de la actividad. La ejecutiva explica que en el período se levantaron más de US$ 60 mil millones, principalmente de deuda de empresas bien establecidas. En ese número se incluyen algunos refinanciamientos de corto plazo, como el de Glencore, por US$ 7,7 mil millones, aclara. La cifra no varía en su comparación anual, pero sí refleja una caída de 24% respecto del trimestre anterior.
Mejorar retornos
Las tres mayores transacciones que se hicieron durante el primer trimestre de este año corresponden a desinversiones. Se trata de la venta de Bald Mountain, de Barrick Gold, por US$ 660 millones; la de Bengalla Coal, de Rio Tinto, por US$ 606 millones, y la de Martabe, de G-Resources, por US$ 775 millones. Todas estas desinversiones suman un monto total de US$ 2.041 millones.
“Uno de los factores que influyen en el apetito por vender es el foco en obtener el mejor retorno posible para los accionistas. En un mercado en que el capital es escaso y se busca maximizar/eficientar el portafolio de proyectos/operaciones, no es extraño que se mire la desinversión como una opción para mejorar la rentabilidad”, asegura Contreras.
Agrega que la actividad de fusiones y adquisiciones debería incrementarse durante el año. “Es probable que se trate de venta de activos con el fin de disminuir el apalancamiento de las empresas y, posiblemente, la adquisición de compañías estresadas por los tenedores de deuda”.
En la misma línea, asegura que en Chile la industria minera está pasando por un momento muy complejo, en que está “apenas sobreviviendo los precios a la baja”. Por lo mismo, estima que el mercado local seguirá movido y se verán planes de desinversión. “Esto no significa necesariamente que veremos concluir con éxito las ventas, ya que es muy probable que aún exista una brecha entre el precio esperado por el vendedor y el valor que los compradores creen que corresponde pagar, considerando la proyección de los precios”, dice, y pone como ejemplo el caso de Lomas Bayas, de Glencore, que no ha logrado hasta ahora que le paguen lo que ellos estiman que vale su yacimiento, aunque hoy tienen menos urgencia que hace algunos meses de vender ese activo, aseguran fuentes.