Alejandro Micco, subsecretario de Hacienda: 'Nos quedan dos años que van a ser complejos y tenemos que estar preparados'
El subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, Es crítico de las diferencias en el oficialismo en temas como el salario mínimo. “Parece que no todos entienden cuál es la situación económica”, afirma. Dice que el Brexit elevó la incertidumbre y adelanta que, salvo educación y salud, en la mayoría de las carteras los recursos no crecerán en 2017.
“Para salir adelante necesitamos jugar como equipo”, dice Alejandro Micco, subsecretario de Hacienda. El mensaje va dirigido a la Nueva Mayoría, ya que el economista es crítico de los disensos explicitados al interior del gobierno en materias como el reajuste del salario mínimo. Micco es reiterativo en señalar que la situación económica y el ciclo político configuran un panorama “complejo” para los dos últimos años de administración de Michelle Bachelet. Por eso llama al oficialismo a apoyar las propuestas del Ejecutivo en el Congreso, partiendo por la próxima discusión del Presupuesto 2017.
Las cifras sectoriales de mayo mostraron débiles desempeños de la industria y el comercio, y las expectativas más pesimistas ven un Imacec de 0,75% ese mes, ¿tocó piso la economía chilena el primer trimestre como planteó el ministro Rodrigo Valdés?
Más allá de los números que vimos hoy (ayer) tenemos una situación mundial con mayores niveles de incertidumbre tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Este es un nuevo escenario que tiene a los mercados bastante más volátiles que hace un mes. Hay que ver cómo decanta este proceso, si es algo rápido, traumático, o acordado con el resto de los países.
¿Cuáles son los riesgos para Chile?
El principal, que no se dio tan fuerte, está en el sector financiero. Vemos que pasadas las primeras jornadas de bajas en los mercados internacionales y en la bolsa local, hay un rebote. Pero lo más importante es el impacto real que se podría dar en nuestras exportaciones, no tanto las que van en forma directa al Reino Unido, sino si es que hubiese un efecto en la actividad de China, que destina una buena cantidad de exportaciones a Europa. Pero eso está en evolución, el impacto real lo veremos en la medida que tengamos más antecedentes de cómo se materializa el Brexit.
¿No se puede afirmar entonces si estamos en el momento más bajo de la economía chilena?
Hay que ver cómo decanta. Lo preocupante es que el Brexit es una señal de un cierto populismo que se observa en los países del norte, en un contexto de una situación económica menos favorable, en que se apunta a que el problema es estar tan integrados con el resto del mundo. Lo vimos en Reino Unido y lo estamos viendo también en la derecha francesa, o en candidatos a la presidencia de Estados Unidos, que lo plantean como un camino a seguir. Si este neoproteccionismo se expande, puede ser un problema más importante.
En todo caso a nivel local las cifras de mayo no incorporan el impacto del Brexit y los especialistas admiten por ahora efectos puntuales en algunos sectores como la banca o el vitivinícola…
Primero, es importante tener en cuenta que hablamos de un dato puntual de un mes, que tiene mucha volatilidad. Sin duda las cifras que conocimos hoy (ayer) no son auspiciosas, pero no me atrevo a decir que haya un cambio significativo respecto de las expectativas que tenemos desde antes. Efectivamente, nuestras exportaciones a Reino Unido son pocas, cerca del 1% del total, pero la mayor incertidumbre mundial con el Brexit es sobre las políticas proteccionistas. Eso sí tendría impacto.
La expectativa de Hacienda para el crecimiento del PIB de este año es de 2%. En este contexto de mayor incertidumbre, ¿es esperable que esa cifra se revise a la baja en julio?
Todavía falta mayor información, pero grandes cambios no va a haber. La pregunta central es cómo encontramos ejes de crecimiento para retomar niveles sobre 2%. Un 2% no es un buen crecimiento. Por eso es clave la productividad que la Presidenta Michelle Bachelet ha puesto como eje para este año.
“Jugar como equipo”
Las últimas semanas el Ministerio de Hacienda, particularmente el ministro Valdés, ha sido blanco de críticas desde la oposición y la Nueva Mayoría por su rol en la discusión de la reforma laboral y del salario mínimo. ¿Cuál es su lectura? ¿Son injustos esos cuestionamientos?
Sin duda Hacienda siempre está en el ojo del huracán. Pero sabemos que no estamos aquí para el aplauso de la galería, sino para pensar en el crecimiento de mediano y largo plazo. Tenemos a veces situaciones más complejas, pero estamos acostumbrados.
Pero en varias ocasiones se ha tratado de fuego amigo, de la Nueva Mayoría. Lo vimos en el caso del salario mínimo, con el rechazo inicial al reajuste por parte de la bancada del PC y de una diputada del PPD y otro parlamentario del PR…
Pero de todas maneras llegamos a un buen acuerdo para el salario mínimo, dada la situación económica actual. Sin embargo, hay que decir que es complejo ver que en algunas circunstancias parece que no todos en la Nueva Mayoría entienden cuál es la situación económica. Para salir adelante necesitamos jugar como equipo. Vienen tiempos complejos, la discusión del Presupuesto será difícil, porque la situación económica es también más compleja. El ministro de Hacienda ya ha planteado que vamos a tener un Presupuesto más acotado. Para eso necesitamos que todas las bancadas de la Nueva Mayoría estén conscientes de la situación económica y apoyen las propuestas del Ejecutivo.
¿Por qué vienen tiempos complejos?
Sin duda el ciclo político es complejo, más encima hay un cuestionamiento a muchas instituciones por parte de la ciudadanía, que pone mayores dificultades para tener un buen Gobierno. El ministro ha dicho muchas veces que hay temas políticos que son complejos para retomar mayores niveles de crecimiento. Por eso es importante dar señales de que la responsabilidad fiscal se mantiene. Los cambios y políticas sociales tienen que estar siempre acompañadas por una política fiscal responsable. Eso es fundamental.
¿A qué atribuye la falta de una visión de equipo en el oficialismo?
Indudablemente, los tiempos políticos son complejos y tenemos una ciudadanía que está poniendo muchos temas sobre la mesa, que está exigiéndole mucho al Estado. Esas son situaciones que muchas veces se transfieren a los partidos políticos. Es importante como gobierno enfatizar la relevancia de trabajar como equipo. Nos quedan dos años que van a ser complejos y tenemos que estar preparados para eso. Hay que estar detrás de lo que se plantea como gobierno en temas tan importantes como los económicos.
En la reforma laboral se optó por la alternativa del veto de los pactos de adaptabilidad, que tampoco era la impulsada por Hacienda…
El gobierno siempre impulsó una reforma con dos ejes: el fortalecimiento de los sindicatos y un mercado laboral más moderno con pactos de adaptabilidad. Obviamente, la derecha, al llevarnos al Tribunal Constitucional, hace que tengamos que presentar un veto antes del fallo. Después, Hacienda hizo los esfuerzos para tener una reforma laboral con esos dos ejes, pero fue la derecha la que no se abrió a una modificación constitucional, lo que cerró la puerta a eso.
¿Las opiniones de Hacienda son suficientemente consideradas al interior del gobierno?
El Ministerio de Hacienda ha tenido la posibilidad de plantear sus puntos en el comité político. Cuando la Presidenta releva la importancia de la productividad para retomar el crecimiento, está hablando de un punto clave que fue planteado desde Hacienda. Ahora, en algunas circunstancias parece que no todos en la Nueva Mayoría ven con claridad que estamos en una situación económica más compleja y que es fundamental tener eso presente. No todos los actores de la Nueva Mayoría parecen tener conciencia de eso, pero las reformas y los beneficios sociales solamente se pueden mantener cuando son hechos en base a la situación económica real.
¿Quiénes no tienen esa conciencia en la Nueva Mayoría?
En temas puntuales, por ejemplo, del salario mínimo, tuvimos una bancada y algunos diputados planteando temas que no estaban integrados a la situación económica.
Fue la bancada del PC la que rechazó el salario mínimo en la Cámara de Diputados, pero también la DC, su partido, ha explicitado opiniones muy distintas a las de Hacienda en otros temas como la reforma tributaria o la laboral…
No es algo de un solo partido. Una cosa es tener disensos, pero cuando el Ejecutivo pone temas sobre la mesa, con todas las opiniones digeridas, es complejo votar en contrario. Si queremos consolidar la obra gruesa y retomar un mayor crecimiento, necesitamos jugar más como equipo.
En esa línea, ¿cuál es el planteamiento de Hacienda respecto del gasto fiscal en el Presupuesto 2017?
Sin duda en 2017 el gasto va a crecer menos que este año. La inmensa mayoría de los ministerios, salvo educación y salud, van a tener presupuestos que en la práctica no van a crecer. Todo el esfuerzo, el espacio, va a estar dado por los compromisos en Educación y Salud. Esa es la realidad. El número exacto va a depender de los ingresos estructurales que determinan nuestra capacidad de gasto, pero tenemos un compromiso de ir cerrando la brecha del déficit estructural y eso lo vamos a cumplir.