Nuevo CEO de Rio Tinto no piensa en fusiones
“Las fusiones y adquisiciones no ocupan el primer lugar en este momento”, dijo Jean-Sébastien Jacques, quien tomó el timón de Rio Tinto el 2 de julio.
La metodología del nuevo responsable de Rio Tinto para pilotar la regresión en el sector minero es simple: mantener la calma y seguir adelante.
Es el mantra que Jean-Sébastien Jacques, de 44 años, proyecta adoptar después de asumir recientemente como máximo responsable de la segunda compañía minera más grande del mundo. No emprender un abordaje más agresivo hacia las fusiones sorprenderá a quienes predijeron que su designación indicaba más acuerdos ahora que la caída de las materias primas obliga a rivales en apuros a vender activos.
“Las fusiones y adquisiciones no ocupan el primer lugar en este momento”, dijo Jacques en una entrevista en la oficina central de la compañía en Londres el miércoles previo a tomar el timón el 2 de julio. “Hemos sido muy claros con los accionistas y el mercado en el sentido de que no las haremos a menos que veamos una forma que cree valor para nuestros accionistas, es decir, el precio correcto”.
Jacques, que fue jefe del negocio del cobre en Rio, asumió la función de máximo responsable en un momento en que el sector está batallando contra una desaceleración en China que hizo bajar los precios de las materias primas y dejó el mundo inundado de aprovisionamiento. Dado que las fusiones y adquisiciones no son el objetivo, los planes de crecimiento de Rio se centrarán en desarrollar proyectos existentes y bajar costos.
Era de Walsh.
Sam Walsh, predecesor del francés, dirigió la compañía de 140 años reduciendo el gasto y recortando costos por más de US$6.000 millones. Llevó adelante una estrategia conservadora en materia de fusiones y adquisiciones con la esperanza de que la caída en las materias primas permitiría conseguir activos más preciados y de mayor calidad a precios rebajados.
Esto en realidad no ocurrió y Rio en gran medida se mantuvo a un costado luego de un par de adquisiciones desastrosas –una compra de Alcan Inc. por US$ 38,000 millones en el 2007 y la compra de una mina de carbón por 3.900 millones de dólares australianos (US$ 2,900 millones) en el 2011. El acuerdo de Alcan trajo aparejadas reducciones de valor por miles de millones de dólares y cargó a la compañía con deuda en tanto el activo del carbón se vendió posteriormente a una fracción del precio original.
Jacques, quien anunció el mes pasado una reorganización que llevó al alejamiento del responsable del negocio de mineral de hierro, dijo que los acuerdos recientes en materia de minas de cobre habían sido atractivos para los vendedores, una prueba de que los activos de gran nivel todavía no pueden comprarse a precios relativamente baratos. Rio estaría interesado en todas las materias primas que no sean petróleo y gas, dijo.
¿Precio correcto?
“Nuestra prioridad son los activos de calidad, no se trata de un juego de materias primas”, dijo. “Sabemos qué activos nos gustaría tener en nuestra cartera. ¿Están en venta en este momento? Quizá no. ¿Se pueden comprar al precio correcto? Esa es la verdadera pregunta”.
Rio se concentrará en proyectos existentes como la expansión por US$ 6,000 millones de su mina de cobre gigante Oyu Tolgoi en Mongolia y construirá el proyecto de bauxita Amrun por valor de US$ 1,900 millones en Australia. El segundo exportador de mineral de hierro más grande del mundo tomará pronto una decisión con respecto a una nueva mina en la región Pilbara de Australia, que costaría unos US$ 500 millones.