Jorge Troncoso: “Es injusto asignarle al SEA los tiempos totales de tramitación de un proyecto”
La autoridad dice que cumplen con los plazos legales y que las empresas titulares de las inversiones tienen que asumir su responsabilidad en la entrega oportuna de la información solicitada por el organismo.
Cuando un proyecto de inversión ingresa al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) -instrumento dependiente del Sistema de Evaluación Ambiental (SEA)- la empresa busca obtener una resolución para que la iniciativa se pueda desarrollar y se transforme en una inversión.
En la práctica, existen dos caminos: la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), que requiere de mayor atención porque exige más información. Los plazos legales corresponden a 60 días hábiles para las DIA, prorrogable en 30 días más; y 120 días hábiles para los EIA, prorrogable en 60 días hábiles adicionales. Pero en la práctica muchos de los proyectos pasan más de dos años en el proceso, dado que el SEA puede solicitar información adicional cuando considera la entregada por los titulares del proyecto incompleta.
Según un informe de la Comisión de Productividad de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) sobre los proyectos que ingresan al SEIA, los plazos de aprobación de un estudio suman 23,5 meses en el último año móvil, 18% mayor que el mismo período del año previo, y 39% superior al promedio del lapso 2007-2015. Para las declaraciones, en el último año móvil se registra un alza de 7% frente a igual período del año anterior, y de 22% frente al promedio 2007-2015. Sin embargo, el SEA los evalúa de distinta manera. Según el organismo, considerando solamente los plazos legales, se han tomado 79 días promedio para la evaluación de los DIA y 154 para los EIA.
“En general se ha tendido a asignar la responsabilidad de los tiempos totales de tramitación al SEA y eso es injusto. Y eso no es así”, dice Jorge Troncoso, director del organismo. “Aquí cada cual tiene que asumir la responsabilidad que le cabe en estas materias. Nosotros con rigurosidad debemos cumplir los plazos legales y no nos pasamos en esas fechas”, agrega. Sostiene que si los titulares de un proyecto ingresan un documento ambiental con toda la información y los antecedentes necesarios, el tiempo que la empresa va a tomar para atender las observaciones del SEA será limitado. “Sin embargo, cuando el titular solicita una ampliación de plazos es porque requiere de mayor tiempo para poder recoger, levantar y analizar información que la administración le solicita en virtud de que la información que el titular entregó inicialmente era deficiente”, señala Troncoso.
El director agrega que hay empresas que han solicitado dos años para resolver observaciones: “Cuando piden eso, ¿quiere decir que la observación que hizo el SEA es extremadamente fundamental? Puede ser, pero eso se da porque el titular del proyecto no entregó esos antecedentes y, sin lugar a dudas, retarda y extiende los plazos”.
Proyectos no admitidos
Otra estadística que ha ido al alza es la de los proyectos no
acogidos a trámite. Según el organismo, durante el segundo trimestre de
2016 ingresaron al SEIA 216 proyectos, que equivalen a un monto de
inversión de US$ 24.600 millones. De esos, más de un 30% no se admitió
al sistema, lo que se vio aumentado puntualmente en el trimestre
analizado por tres proyectos, de un total de 69, que por sí solos
representan el 87% de la inversión no admitida a trámite. “Hemos sido
extremadamente rigurosos. Cuando haces un buen examen de admisibilidad
evitas extender en demasía los tiempos totales de tramitación a futuro”,
asegura Troncoso, quien destaca que en períodos anteriores “los
exámenes de admisibilidad eran ineficientes. Esta estadística no es
negativa de proyectos no admitidos, yo la calificaría más bien como
positiva. Es un buen síntoma”, finaliza.
Inversiones
En el segundo trimestre de 2016 ingresaron al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental 216 proyectos, que equivalen a un monto de US$ 24.600 millones