Fundición de Chuquicamata sería la de mayores costos del mundo
Entre las instalaciones chilenas, también experimentan similar situación las estatales en Ventanas, Paipote, Potrerillos y Caletones. Las privadas están relativamente mejor.
La situación de costos, disminuida productividad y baja ley del mineral del rajo abierto de Chuquicamata no son los únicos desafíos que enfrenta esta división de Codelco. A todo lo anterior se suma su fundición, que es la más cara y menos rentable del mundo, al punto de que quintuplica los costos de la unidad mejor posicionada a nivel global, ubicada en China. Así se señaló en una presentación interna que realizó el presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, en mayo de 2016, basado en datos de Wood Mackenzie de 2012.
Conocedores de esta situación comentan que si bien los datos tienen cuatro años y hay ciertos costos que se habrían ajustado, la situación seguiría siendo sumamente compleja para la estatal. Por ello se presentaron estos antecedentes ante un grupo de altos ejecutivos y algunos sindicatos este año.
El problema es mayor aún si se considera que Chile cuenta con siete fundiciones, y cinco se encuentran en el cuartil de mayores costos. Además de Chuquicamata, Codelco tiene Ventanas, Potrerillos (de la división Salvador) y Caletones (de El Teniente). En este escenario también se encuentra la fundición Paipote, de Enami, también estatal.
En Chile, las únicas fundiciones que son relativamente rentables son las privadas: Chagres, de Anglo American, y Altonorte, de Glencore.
Consultado por esta situación, Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de la consultora Plusmining y ex cabeza de Cesco, explicó que en el caso de la división Chuquicamata, “además de las carencias en equipamiento, hoy obsoleto e insuficiente, hay un factor adicional, cual es el exceso de dotación, explicado por la rigidez sindical que afecta a esa división”.
Un tema país
A nivel más global, Guajardo indicó que no es casualidad que las fundiciones chilenas estén en la peor parte de la curva de costos de las fundiciones en el mundo, en contraste con las instalaciones asiáticas. “Como punto de partida se debe reconocer que ha habido un avance muy superior en la metalurgia del cobre en Asia -en China en particular- en los últimos años, lo que se ha traducido en equipos y procesos de alta calidad y productividad, en desmedro de las tecnologías tradicionales que predominan en el parque instalado en Sudamérica y en Chile”, acotó. Y agregó: “Hay que hacer una reflexión de por qué un país como Chile, donde el cobre es tan relevante, descuidó la investigación y desarrollo de la metalurgia del cobre de una forma tan significativa, más allá de los esfuerzos individuales y académicos que existen”.
Por otro lado, comentó que los planes de negocio de Codelco no tomaron suficientemente en cuenta el negocio de la fundición, mezclándose este proceso con el de la operación minera. Lo anterior “distorsionó la evaluación económica de su aporte específico al negocio e hizo que las decisiones de inversión y operación para esta etapa productiva no fueran las necesarias”, aseguró Guajardo.
En 2015, la Presidenta Michelle Bachelet creó un comité que tiene como objetivo estudiar a fondo el futuro de las fundiciones y generar propuestas. Lo anterior, porque en diciembre de 2018 comenzará a regir la norma que obliga a las fundiciones a capturar el 95% de sus emisiones, para lo cual las empresas deberán invertir montos elevados. Y más aún, en el mercado advierten que no es suficiente, ya que las fundiciones asiáticas tienen capturas de 98 o 99%, por lo que, pese a la modernización de las unidades chilenas, aún quedarían por detrás del mundo.
Con todo, la meta actual es un gran desafío para la industria, porque, entre otros aspectos, las instalaciones datan de los años 50, son abiertas, y fueron construidas sin ningún tipo de precaución de captura. Esto se suma a que en minería, la rentabilidad proviene de la producción de cobre, no de su procesamiento.
Se estima que la minera estatal deberá invertir unos US$ 2.500 millones para dejar en regla sus cuatro fundiciones, y ya empezó con los trabajos en algunas instalaciones.