Óscar Landerretche G.: “La idea no era que Codelco lo manejara el ministro de Hacienda”
“Respaldo a mi hijo y estoy orgulloso de él. (…) Pero ésta es una demostración más de que la política tiene una tendencia de corto plazo”, dice el economista y ex ministro de Energía.
“En 1997 me nombraron ministro de Energía, cinco días después de los cortes de luz por la sequía”. Con ese recuerdo, Óscar Landerretche Gacitúa hace hincapié en su experiencia para enfrentar situaciones complejas. Desde esa condición, el doctor en economía política de Oxford analiza el momento que vive su hijo Óscar Landerretche Moreno como presidente del directorio de Codelco, quien ha buscado un nivel adecuado de capitalización para la minera y sacarla de la crisis. El académico de la U. de Talca también analiza la coyuntura macro y los desafíos de política económica.
¿Cree que hoy es el momento de que el BC baje la tasa de interés?
-No es que tengamos tasas muy altas. Ahora que está bajando la inflación, empezando a entrar en el rango meta, no sería ilógico bajar la TPM. Porque si está bajando la inflación y se mantiene la tasa de interés, en la práctica lo que estoy haciendo es dejar que suba en términos reales la TPM. Hoy no es el momento que suba la tasa en términos reales. Esto más bien significa preservar la tasa que hemos tenido. Una política de bajas de tasa para reactivar la economía no creo que sea el elemento fundamental en las actuales condiciones del país. Lo que tenemos es una coyuntura nacional e internacional, donde las expectativas de los inversionistas se han tornado pesimistas y eso limita una parte muy importante de gasto. Acá hay elementos objetivos y subjetivos. Estamos en una crisis mundial no superada con una desaceleración de un socio comercial muy importante como China. En la parte subjetiva tenemos un sector empresarial poco acostumbrado a compartir los frutos del crecimiento con el resto de la población. Eso no es sostenible. El desarrollo tiene límites cuando se hace sobre la base de que unos pocos corran bien rápido. El desarrollo requiere que toda la población participe. La competitividad se logra con educación para todos y transporte adecuado. Eso cuesta, pero tiene efectos positivos.
¿En este contexto qué rol debe tener Hacienda?
-Tenemos una regla fiscal anticíclica. La pregunta es cuánto déficit
vamos a mantener. Ya estamos gastando más de lo que recauda el Estado.
Incrementar los indicadores de endeudamiento del país nos va a afectar
negativamente, aumentando el riesgo soberano. Hay que aplicar la regla
fiscal con la flexibilidad que hemos tenido. En la medida que
mantengamos la regla fiscal podemos seguir gastando más de lo que
tenemos, sin generar desconfianzas e incertidumbre.
¿Presidenciables como Lagos o Piñera ayudarían a recuperar el optimismo de los agentes? ¿Guillier da confianza?
-Trato de no pronunciarme sobre candidatos porque aún es prematuro. Tiendo a pensar que lo que tenemos que lograr para el próximo período es un conjunto de metas en un programa realizable. Ese programa va a tener que empezar por completar y perfeccionar la pega que se inició. La reforma educacional no va a poder ser terminada en este gobierno porque no están los recursos y se requiere mucho tiempo para que esto resulte. En ese caso habrá que corregir algunos aspectos. Lo que sí está claro es que aunque se tengan las ideas correctas, si no hay un liderazgo político adecuado, no las va a poder implementar. No me cabe duda que las personas mencionadas tienen la experiencia y el liderazgo. Pero el tema no es sólo eso. Hay que ver qué piensan hacer y la orientación de sus programas.
¿Cómo ha visto a su hijo Óscar a cargo del directorio de Codelco?
-No hay duda que respaldo a mi hijo y estoy orgulloso de él. Creo que está dando una pelea dura en un momento duro. En el pasado tengo experiencia en que te nombren en una situación imposible y tengas que sacar adelante el tema. Es difícil su tarea porque en Codelco hay una acumulación de problemas. Uno de ellos es no reinvertir el porcentaje de utilidades que cualquier minera seria reinvierte. Siempre se traspasan recursos al Ministerio de Hacienda, que son para los fondos soberanos y se deja a Codelco en una situación complicada que obligó a elevar su endeudamiento. Cuando llega el momento en que no se pueden hacer los programas de expansión por la vía de más endeudamiento, justo en momentos en que fiscalmente no se puede devolver la mano, es complicado. Algunos tratan de decir que Codelco es una empresa que está en crisis y prácticamente quebrada. Hay que recordar que esta es la única empresa del mundo a la que se le quita el 10% del valor de sus ventas. Si eso no fuera así, las utilidades serían de más de US$1.000 millones al año. No podemos seguir comulgando con ruedas de carretas, o sea el tema de la Ley Reservada lo tenemos que resolver porque entre otras cosas es una forma poco transparente de financiar a las fuerzas armadas. Incluso las FF.AA. tienen fondos guardados porque no han sido capaces de gastarlos. Si queremos que las FF.AA. tengan un financiamiento de largo plazo resolvamos el tema en la ley de Presupuestos. Hay muchas cosas que tienen financiamiento plurianual. Reconozco que en el tiempo se ha acumulado un tema de sobredotación a través del tiempo en Codelco. Eso es un problema porque se generan intereses creados. Eso ha llevado a una reducción de personal, menos reajustes. Pero este proceso tiene que continuar. En algún momento el apoyo del movimiento sindical va a ser difícil.
Respaldo lo que hacen en Codelco, pero acá hay una demostración más de que la política tiene una tendencia de corto plazo. Eso hace que cuando estamos en épocas de vacas gordas nos comemos las vacas y cuando llega el tiempo de vacas flacas, no tenemos nada. Esto no resiste más, no corresponde a la idea que hubo en la reforma al gobierno corporativo de Codelco. La idea no era que Codelco lo manejará el ministro de Hacienda. Antes había un consejo con los ministros. Hoy hay un directorio que tiene responsabilidades con la empresa. No puede ser que una empresa a la que uno le asigna responsabilidades se vea sujeta a decisiones de autoridades políticas respecto a si puede hacer lo que tiene que hacer. Por supuesto que la empresa tiene que reducir costos, pero tiene que tener un poco más de certezas en términos de cómo va a realizar sus planes de expansión.
¿Destaca el rol de Máximo Pacheco en la licitación eléctrica?
-No hay duda que es bueno tener energía más barata. También es bueno
que esto sea consistente con una matriz más limpia. El ministro está
haciendo un aporte importante, pero ha aprovechado oportunidades que
había en el sector. Hay ministerios en los que se puede hacer eso. Hoy
no es lo mismo ser ministro de Energía que de Transportes.
Óscar Landerretche.: “Soy partidario de que la autonomía del Banco Central se perfeccione”
Hace unas semanas Ud. participó en un debate sobre nueva Constitución. ¿Está conforme con el proceso constituyente?
-Hay un proceso interesante, que ha convocado a mucha gente, pero los números han sido insuficientes. Si se quiere una discusión ciudadana debe haber un mayor número de personas. No veo una discusión polarizada. Sectores que deberían ser partidarios de la Constitución de 1980, han elaborado propuestas de reforma constitucional, que lo que hacen es profundizar algunos rasgos de la carta de 1980, o sea transformarla en una Constitución mucho menos relacionada con lo económico y social. A eso le veo poco futuro. El tema de los derechos económicos y sociales está instalado y lo está porque hemos firmado tratados internacionales. Pese a eso, esta discusión constitucional no la veo como una fuente de incertidumbre. Nadie está discutiendo el derecho de propiedad, tampoco se discute que ese derecho tiene limitaciones. Sin perjuicio de ello, el elemento simbólico de que esta sea una Constitución nueva, que tuvo como origen un proceso participativo, es más importante que el contenido, ahí su rango de posibilidades es limitado.
¿La Constitución tiene elementos de corte neoliberal?
-La Constitución, sobre todo antes de las reformas de 2005, cuenta con expresiones de neoliberalismo. Pero tampoco era puramente neoliberal, había una mezcla. Hay mucho debate respecto que la Constitución sería neoliberal al plantear la subsidiariedad. La Constitución no menciona subsidiariedad en ninguna parte y las interpretaciones economicistas que hay son parte del espíritu de la Constitución. Pero con las reformas eso perdió sentido y la subsidiariedad en su sentido clásico no tiene nada que ver con que el mercado haga lo que quiera. Habla de descentralizar, no haciendo que el Estado sustituya a las familias o cuerpos intermedios.
¿Haría ajustes a la autonomía del Banco Central?
-Parece una buena idea mantener la autonomía, pero hay que ver qué contenido tiene. La Constitución por sí sola no es suficiente. ¿La ley orgánica del BC le dice que sólo se preocupe de la inflación, no importando el costo de otras situaciones? ¿Es permisible que se aumente la tasa de desocupación sin límites para bajar la inflación? ¿Es permisible que baje el dólar para parar la inflación? Esa es la discusión que debe haber en términos de los límites y objetivos de política. Soy partidario de que la autonomía se perfeccione y eso significa impedir que hagamos cosas como la que ocurrieron en 1998-1999 o en 2008-2009. El problema es cómo hay un cierto grado de balance.