Minería de cobre se vuelve más compleja y se hunde a nuevas profundidades
Décadas atrás, la mina de cobre Resolution era considerada poco rentable y ahora es vista como una necesidad.
En Arizona, los mineros pueden viajar 1.400 millones de años atrás en el tiempo en quince minutos. Una jaula oscura lleva a sus pasajeros en un viaje de dos kilómetros hacia lo profundo, hasta alcanzar una de las reservas de cobre más grandes del mundo.
El eje número diez de la mina Resolution es la más profunda de Estados Unidos. Alcanza los 2.116 metros, una distancia que equivale a dos veces y media la altura del edificio Burj Khalifa que cuenta con 160 pisos y es el edificio más alto del mundo. La atmósfera a más de 2.700 metros bajo el nivel del mar es caliente y húmeda consecuencia del agua que sale de las rocas que alcanzan temperaturas por encima de los 70 grados Celsius.
Alcanzar esa profundidad ha tenido un costo de US$ 350 millones y ha tomado seis años. Pero en términos del proyecto de US$ 6.000 millones para extraer el cobre aun sin explotar en los siguientes 50 años, es sólo un paso en el camino. Hasta cuatro ejes adicionales y una red de túneles serán necesarios antes de que cualquier cobre pueda ser extraído.
“La Madre Naturaleza tiene una forma de vengarse”, dice Randy Seppala, quien supervisa el descenso en el décimo eje. “Las cosas buenas no llegan tan fáciles”, aseguró.
Años antes de que pueda producir cobre, Resolution, controlada por Rio Tinto con una acción minoritaria de BHP Billiton, proporciona una visión de lo que la industria minera y la búsqueda mundial de recursos puede ser en el futuro. El cobre, que junto a otras materias primas ha sufrido una dura caída de los precios en los años recientes, es considerado un metal indispensable para el crecimiento económico, dada la importancia en las tecnologías de energía y transporte.
De acuerdo a Andrew Taplin, director ejecutivo de Resolution, generar un megavatio de energía eólica –suficiente para abastecer a 500 hogares– requiere más de tres toneladas de cobre, mientras que un Tesla utiliza cuatro veces más del metal que un vehículo tradicional.
Mientras el mundo siga consumiendo a un ritmo cada vez más rápido, las longitudes y profundidades a las que los mineros deben ir para satisfacer esta demanda se ha hecho mayor.
“Los depósitos se están haciendo más complejos, los requerimientos mundiales de cobre se van a hacer cada vez más difíciles de abastecer”, dijo Sam Walsh, ex director de Rio Tinto.
La complejidad técnica del proyecto Resolution, así como los desafíos de responder a demandas ambientales, políticas y sociales, significa este tipo de esquema que la industria minera probablemente habría rechazado hace años. Ahora los mineros tienen pocas mejores opciones y el mundo tendrá que acostumbrarse a pagar por ellos.
“La fruta más baja que colgaba ha sido recogida. Claramente, el desarrollo del mundo occidental tras la Segunda Guerra Mundial benefició…pero, ¿qué sigue para los otros 8.000 millones de personas en el planeta en 2050?”, se pregunta Paul Gait, analista en Bernstein Research. “Nos hemos quedado sin cobre ‘fácil’ de buena calidad…”, asegura.
Altos obstáculos
Resolution es considerada un activo de premio porque será capaz de producir el 25% de la demanda anual de cobre de EEUU por 40 años.
El precio de metal bajó más de la mitad, desde US$ 10.000 por tonelada en 2011 al mínimo de siete años en enero, rebotando 20% durante las últimas semanas a US$ 5.450.
Taplin, mientras tanto, dijo que su trabajo es llevar a la Resolution para que sea aprobada.
La mina tiene un camino largo. Hasta entonces, otros sinónimos que conjura el nombre – tenacidad, obstinación, perseverancia – son aquellos que los inversionistas tienen que atar a ese y muchos otros proyectos mineros.
Una medida del cambio que pasó en la industria es la aceptación de un grado más bajo, o una proporción más pequeña de metal en cualquier cuerpo de mineral. En la página de Resolución, el contenido de cobre es de 1,5%. Hoy día, eso está considerado como un depósito con alto grado, sin embargo, en los años 1960, la minera Magma que operó cerca rindió tres veces más cobre. Los proyectos ahora toman más tiempo para llegar a la producción. Los mineros suponían la existencia de Resolution en los años 1970 y la confirmaron con perforaciones en los años 1990 y 2000.
En 2008, Rio sugirió que la producción puede empezar en 2020: eso ahora parece desesperadamente optimista. “Eso puede demorar de seis a ocho años”. Dijo Walsh el año pasado. “Hay unos obstáculos enormes”.
Más que desafíos técnicos, lo que ha cambiado para la industria minera son los obstáculos políticos, medioambientales, sociales. Sea en EEUU o Mongolia, donde Rio tiene otro proyecto de cobre, ganar la aprobación de un proyecto minero es un proceso agotador. En Resolution, la batalla para obtener los permisos para operar ha sido más compleja porque algunos terrenos requeridos para el proyecto están protegidos por un acta de 1995 que prohíbe la actividad minera. Sólo en 2014 el Congreso de EEUU cambió la ley – usando una enmienda contradictoria al proyecto de gastos militares, en base de que cobre es un recurso estratégico – para permitir a Rio a cambiar las parcelas en cualquier parte para lo que necesitaba. Aún con eso logrado, el proceso clave para asegurar aprobación final empezó recién.