Graña y Montero recibe pago de Collahuasi tras arbitraje por sobrecostos
Constructora peruana reconoció ingresos extraordinarios por US$ 14 millones, parte de ellos provenientes de la minera.
Un triunfo se anotó la constructora peruana Graña y Montero (GyM) en medio de una disputa que mantenía desde 2013 con la minera Collahuasi, controlada por Anglo American y Glencore, y que los mantuvo en un arbitraje por sobrecostos generados en un contrato de obras.
A través de Vial y Vives, su filial en Chile, la gigante sudamericana de la construcción aceptó un pago -el que no fue revelado- en septiembre con la minera, lo que puso fin a un arbitraje que estuvo abierto por tres años.
De hecho, en los resultados de Graña y Montero informaron que para el tercer trimestre se registraron ingresos adicionales por 46,6 millones de soles, equivalente a casi US$ 14 millones, en donde una parte de ellos corresponde a “recupero de un reclamo en el proyecto Collahuasi”.
Consultados oficialmente, tanto la minera como la constructora declinaron entregar su versión oficial sobre los hechos.
No obstante, fuentes ligadas a la peruana comentaron que la disputa nació en 2009, cuando Vial y Vives -que todavía no era controlada por GyM- suscribió con Doña Inés de Collahuasi dos contratos. El primero de ellos relacionado al movimiento de tierra y colocación de hormigones para el proyecto nuevo chancador Rosario, mientras que el segundo era un acuerdo de montaje y puesta en marcha del chancador para esta misma área de la faena.
Agregan que las obras correspondientes a estos contratos concluyeron en abril de 2011. Durante su desarrollo, explican las fuentes, ocurrieron diversas circunstancias que afectaron su ejecución, incrementando sustancialmente los costos y el valor de las obras.
Entre el término de las obras y los primeros meses del 2013, añaden, se desarrollaron diversas instancias de negociaciones que finalmente no resolvieron las diferencias entre las partes y accedieron a la solución que los contratos definen para la resolución de controversias.
En agosto de 2013, Vial y Vives -que en esta fecha ya era manejada por la empresa peruana- interpuso una demanda arbitral en contra de Collahuasi ante el Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago, por los mayores costos asumidos por Vial y Vives durante la ejecución de las obras, producto de circunstancias ajenas a su responsabilidad.
En septiembre de este año, ambas partes lograron un acuerdo que resolvió el litigio mediante un contrato de transacción, poniendo término definitivo a los contratos de obras civiles y montaje electromecánicos correspondientes al nuevo chancador primario Rosario y correas transportadoras Fase II.
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