Bienes Nacionales responde a mineras por fallo de áreas reservadas
Si bien en Sonami calificaron sentencia de la Suprema como una “jurisprudencia gravísima”, la ministra del ramo dijo que nunca se puede considerar impropio un fallo del máximo tribunal.
“La Corte Suprema ya resolvió. Yo acato gustosamente el fallo”. Así respondió la ministra de Bienes Nacionales, Nivia Palma, a la alerta lanzada por el gremio que agrupa a las pequeñas, medianas y grandes mineras (Sonami), por el precedente que deja sobre la propiedad un reciente fallo del máximo tribunal en el que privilegia un decreto de áreas protegidas por encima de las servidumbres mineras ya otorgadas.
El desencuentro, y que ha generado reuniones interministeriales para abordarlo, deriva de un convenio suscrito entre los ministerios de Energía y de Bienes Nacionales para el desarrollo de proyectos con ERNC en lugares donde incluso habían pertenencias mineras. El caso afectaba a dos empresas -Arbiodo y Anfogasta Minerals- siendo esta última la que llevó el caso a la Corte Suprema, fallando a favor del Ministerio.
Lo anterior fue calificado por Sonami como una “jurisprudencia gravísima para la industria minera”.
Esto fue replicado por Bienes Nacionales, quien desestimó las críticas del gremio liderado por el ex AMSA, Diego Hernández. “Nunca se puede considerar impropio un fallo de la Corte Suprema, que es el máximo tribunal del país de acuerdo a nuestra Constitución Política (…) Lo que viene a hacer la Corte Suprema es ratificar un principio fundamental que uno encuentra no sólo en la Constitución, sino a lo largo de todo el Código Civil”, señala, y explica que el propietario del terreno -es decir el Estado- sigue siendo propietario aunque existan pertenencias mineras. “Es decir, el que es propietario de una pertenencia minera jamás es propietario de la superficie del terreno, y por tanto nunca el propietario del terreno pierde la capacidad de ese territorio, sea fiscal o particular”, dijo la titular de la cartera.
Y agregó: “Cuando la definición del parque Taltal se hizo, se tomó en cuenta lo que era relevante en ese momento, que era la energía limpia porque estábamos en una crisis energética muy grande. En el futuro, cuando volvamos a reservar un paño, tendremos que ver todos los usos posibles y cómo la decisión de excluir un paño para la energía tiene impacto en nuestra actividad económica”.
Hoy el Ministerio lanzará las bases de una nueva licitación en el mismo sector que generó discrepancia con Sonami: la zona de Taltal. En él se dispondrán exactamente de 7.945,32 hectáreas, en las que cada oferente podrá presentar un proyecto con un tamaño mínimo del parque a desarrollar de 100 MW.
“El estado tiene que desarrollar sus políticas de manera armónica y ya hemos sostenido reuniones con la ministra de Minería, para ver cómo dialogamos en estos dos ámbitos de actividad: generación de energía y actividad minera, sabiendo que la actividad minera es central para la economía de Chile, por tanto no la miramos como una actividad que debe ser rechazada ni mucho menos”.
Y es que este concurso afecta nuevamente el proyecto Arbiodo, ya que cerca de 5% del terreno está en la zona en cuestión. La iniciativa implica una inversión de US$503 millones y busca producir yodo y nitrato a partir de la extracción y procesamiento del caliche.
Para evitar nuevas diferencia, el gobierno ya buscó alternativas para que dicha licitación no tenga un efecto adverso en el desarrollo de ese proyecto. “Fue decisión nuestra, el asegurar que el paño que estamos licitando no afectase el desarrollo de ese proyecto. El diseño de esta licitación, la selección de las zonas, tuvo a la vista el interés y la posibilidad de llevar adelante el proyecto”, destacó Christian Santana, jefe de la División de Energías Renovables del Ministerio de Energía.