Millonarias inversiones de grupos chinos en África amenazan al rally del hierro
El control del virus ebola y las restricciones de producción en China han volcado el interés de los asiáticos en la zona donde se concentran los mayores depósitos del mineral en el mundo.
Decir que éste ha sido el año del mineral de hierro, ya comienza a ser redundante. Porque con un avance de casi 90% en el precio internacional en estos doce meses, y China restringiendo aún más su producción, la especulación en los valores sólo ha logrado aumentar –aún más- el interés por el commodity.
En el mercado local, el claro ejemplo de este rally se grafica en la acción de CAP, que ha logrado una rentabilidad de 200% en el año, y que según los últimos datos publicados por la Superintendencia de Pensiones, volvió a contar con el visto bueno de las AFP. Esto porque según el reporte del regulador, en noviembre los institucionales volvieron a comprar sus títulos, luego de haber pasado siete meses prácticamente sin movimientos (y antes, habían registrado principalmente ventas).
Como resultado, los principales bancos se inversión han revisado sus pronósticos: Goldman Sachs lo hizo a US $ 65, US $ 63 y US $ 55 por tonelada en contratos a tres meses, seis meses y 12 meses, respectivamente. Por otro lado, JP Morgan hizo lo mismo, incrementando su precio objetivo para 2017 a US $ 60 por tonelada, respecto de los US $ 54 anteriores.
Las normas más estrictas de China para combatir la contaminación, las reformas para reducir la capacidad, y la especulación, potenciaron en gran medida el precio del mineral de hierro, y posiblemente esto se mantenga en 2017, aunque con bastante menos intensidad.
La industria siderúrgica del gigante asiático se ha convertido en un factor fundamental en los altos niveles de contaminación del aire, el agua y el suelo. De hecho, la provincia de Hebei –una de las mayores productoras del metal-, tiene las ciudades más contaminadas de ese país. Por ello, las restricciones a esta industria son cada vez más severas, y las sanciones por incumplimiento, más duras.
Considerando este escenario, en JP Morgan esperan que en el primer trimestre se mantenga el impulso en el mercado, aunque los precios debieran comenzar a ajustarse a medida que el mercado digiera el exceso de oferta y los precios del carbón (necesarios para su producción) disminuyan.
De esta forma, estima que la industria global de mineral de hierro tendrá aproximadamente 58 millones de toneladas de exceso de oferta en 2018, antes de que el mercado comience a verse más equilibrado en 2019 y 2020.
Pero existe una amenaza latente para este mercado, que de concretarse, podría llevar a que los previos se derrumben en el mediano plazo: el ingreso de Africa en la industria mundial. Y ese continente, donde están ubicados los principales depósitos del commodity, está comenzando a ver llegar importantes inversiones para comenzar su explotación aprovechando, además, el bajo costo de producción y las casi inexistentes barreras medioambientales que impidan su desarrollo.
África se reactiva, y Sierra Leona es la punta de lanza
Uno de los países más pobres del mundo –y el segundo, si consideramos sólo a África-, Sierra Leona ha encontrado en el mineral de hierro, la oportunidad de salir -aunque sea marginalmente-, del nivel de miseria que vive su economía. Y esto sólo considerando los yacimientos ubicados en el distrito de Tonkolili.
Esto porque a comienzos de esta semana, la compañía china Shandong Iron and Steel Group anunció la inversión de unos US$ 700 millones para construir una planta de procesamiento del commodity, suma que de paso es la mayor inversión industrial en la historia de ese país, por lo que se le están dando todas las facilidades para concretarla. Es por ello que el vicepresidente de Shandong, Hou Jun, señaló que de cumplirse sus expectativas, toda la producción de la planta podría destinarse a China.
Y la idea es que la inversión sea una realidad lo antes posible, ya que en estos momentos, tienen el tiempo en contra: el mineral de hierro posiblemente se acerca a su peak en precios.
A esto se suma que los estados africanos, ricos en minerales, se encuentran en un esfuerzo por comenzar a procesar sus materias primas. Si Guinea ya procesa gran parte de su bauxita –que sirve para extraer aluminio-, Liberia todavía envía todo su mineral de hierro en forma bruta. Sin embargo, el proyecto en Sierra Leona le pone presión a ArcelorMittal para que tome el mismo paso en el vecino país.
A largo plazo, se espera que Tonkolili produzca hasta 35 millones de toneladas al año -con algunas expansiones de por medio-, aunque el yacimiento ya es la mayor fuente de ingresos del gobierno y dominará completamente la economía nacional si se desarrolla como se prevé. Y ojo, sólo para tener un orden de magnitud: EEUU produjo en 2014 unas 58 millones de toneladas, mientras que Canadá alcanzó 41 millones de toneladas.
La maldición que parece frenar a Guinea
En las montañas de la República de Guinea, en África Occidental, se encuentra el mayor depósito de mineral de hierro del mundo; específicamente, en la zona conocida como Simandou. Y estamos hablando de palabras mayores: unas 2.000 millones de toneladas, concentradas en un sólo lugar.
Sin embargo, la historia detrás del yacimiento parece guión de película, acumulando ya casi dos décadas de drama, acusaciones de sobornos, dictadores, entre varios otros elementos. Y la creencia de que en ese continente la tierra decidió entregar todo tipo de riquezas, pero que éstas se encuentran malditas, es uno de ellos.
Fue en 1997 cuando Rio Tinto logró quedarse con los derechos de exploración en la zona, para que nueve años más tarde, se le entregara una concesión para desarrollar el depósito. Sin embargo, en 2008, el entonces dictador de ese país, Lansana Conte, estima que la compañía se ha demorado demasiado, por lo que le quita la mitad de sus derechos. Al poco tiempo, éste muere, no sin antes entregarle a BSG Resources, la parte que le arrebató al gigante minero.
De todas formas, esto duró poco, ya que a los meses, el especialista en diamantes le vendió el 51% de su participación al grupo anglo-australiano, en unos US$ 2.500 millones.
Todo bien hasta que…llegó la democracia. Y con ello, el nuevo
gobierno puso en marcha una investigación, encontrando varios hechos de
corrupción, por lo que decidió despojar a ambos de sus concesiones.
Sin embargo, Rio decidió, en 2011, pagar US$ 700 millones para recobrar
su participación. Actualmente, la compañía es socia de Simfer, empresa
en la que el Estado de ese país tiene el 7,5%, Chalco Iron Ore Holdings
-consorcio de empresas estatales chinas dirigido por la Corporación de
Aluminio de China- con 41,3%, mientras que el IFC del Banco Mundial
posee el 4,6%.
Y esto aún no termina, porque si bien aún no empieza el proyecto, BSGR amenaza que si para el 3 de enero no recobra un porcentaje de participación, demandara por varios miles de millones de dólares a Rio.
“Make iron great again”
Mientras el jockey de Donald Trump con su slogan de campaña “Make America great again” sigue de gira junto a su dueño por EEUU., en el llamado “Tour de Agradecimiento”, estados como Minnesota no le quitan el ojo de encima a las medidas que anuncie el ahora presidente electo.
La razón: la alicaída industria de mineral de hierro de ese antiguo reducto demócrata (no ha elegido a un representante republicano desde 1972) pretende cobrarle la palabra al empresario.
“Tenemos que traer de vuelta a nuestros trabajadores”, dijo Trump en uno de los debates, agregando que había que fijarse en “lo que está pasando con el acero y el costo del acero, y China vertiendo enormes cantidades de acero en todo Estados Unidos, lo que esencialmente está matando a nuestros trabajadores de acero ya nuestras compañías siderúrgicas”.
El asunto es que la mayor parte de este mineral se fabrica a partir de chatarra, ya que producirlo a partir de mineral de hierro es altamente contaminante. Ahora, con el nuevo “foco” medioambiental de la próxima administración –para la cual el cambio climático es, en resumidas cuentas, “un invento”-, surgen dudas respecto de si la producción de este mineral recibirá algún impulso importante.
Acero v/s Mineral de Hierro: parecidos, no iguales
A menos que uno sea inversionista en la industria –o trabaje en ella-, la diferencia entre el acero y el mineral de hierro no es para nada obvia. Pero en resumen: acá lo que importa es el porcentaje de carbono, que a su vez es el principal elemento de aleación. Aquellas planchas que contienen menos de 2% de carbono, se conocen como acero; mientras que los que contienen más de 2% de carbono son conocidos como arrabio. Éste recibe un proceso más largo, para reducir el contenido de carbono, en diferentes hornos, y el resultado es un metal que permite obtener, adicionalmente, aceros de aleación, aceros inoxidables, entre otros.