Diego Hernández: “La mediana minería está un poco abandonada por las autoridades”
El presidente de Sonami advierte que la atracción minera será clave el próximo año, aunque aún no se están tomando medidas para facilitar la inversión. Además, dice sentirse poco escuchados por parte de la autoridad.
Un año complejo, pero con un futuro esperanzador. Así ve la situación actual el presidente del gremio que agrupa a las principales empresas de la gran, mediana y pequeña minería, Diego Hernández. El ex presidente ejecutivo de Codelco llegó hace cinco meses a presidir Sonami y ya advierte una serie de desafíos que se deben sortear cuanto antes para evitar que cuando se reactive el mercado cuprífero las inversiones se vayan a otros países emergentes, como Perú o Argentina.
Sumando y restando, ¿cómo ha sido este año para Sonami?
Este año ha sido complicado para la minería, con un precio del cobre más
bajo que el año pasado. Este año debería terminar con US$2,20, el año
pasado fue US$2,45/libra. Y hubo que hacer un montón de ajustes para
poder defender los márgenes operacionales, con cambios organizacionales,
reducción de costos, negociaciones con las empresas de servicio, etc. Y
de alguna manera con resultado positivo porque se ha logrado mantener
márgenes operacionales positivos, que cubren los costos de operación,
pero no la depreciación, amortización, los costos totales. Esto ha
afectado a la pequeña, mediana y gran minería. Nosotros tenemos al menos
800 productores en la pequeña minería, y algunas de las empresas de la
mediana minería han disminuido o paralizado.
En general, un año duro, pero con resultados positivos, en el sentido que se logró controlar la situación y con un fin de año un poco más esperanzador porque el precio mejoró. Esperamos que 2017 sea mejor que este, con una expectativa de precio mejor. Este año, además, vamos a tener una producción inferior a la de 2015, en unas 200 mil toneladas.
¿Cómo evalúa la posición de los trabajadores? Este año se ha
vivido una serie de negociaciones colectivas y pareciera que en algunos
casos los trabajadores no comparten del todo la visión austera de los
ejecutivos.
Es natural que los trabajadores que están sindicalizados y que han usado
los mecanismos de la negociación colectiva para obtener muy buenos
beneficios traten de seguir en la misma senda. Y es complicado cambiar
de actitud, muchos sindicatos han entendido que es más importante
proteger los puestos de trabajo que tener beneficios que son de corto
plazo, pero otros no y se han arriesgado a poner condiciones que son
poco realistas. Pero en general, creo que la mayoría de los sindicatos
entiende que las condiciones son más difíciles y han privilegiado cuidar
sus puestos de trabajo y hay otras reacciones que de alguna manera son
el resultado de los cambios que hay que hacer, de tener organizaciones
más planas, darle mas responsabilidad a los trabajadores, tener menos
mandos intermedio y eso también genera reacciones con los empleados de
los niveles de supervisión, que se han sindicalizado más que antes.
¿Ha mejorado la productividad?
Sí, porque se han hecho cambios organizacionales que finalmente se
reflejan en mejoría de productividad. Ahora queda mucho camino por
recorrer.
¿Se han sentido apoyados por la autoridad en estos momentos de “crisis”?
En lo relacionado con la pequeña minería sí. El Gobierno ha mantenido
los mecanismos de precio de sustentación y ahora mandó un proyecto de
ley para crear un fondo para el precio de la sustentación que sería una
solución definitiva. En la pequeña minería el Gobierno ha sido
proactivo, pero la mediana minería está un poco abandonada por las
autoridades, porque están en una situación mucho más compleja, tienen
menos espalda financiera que la gran minería y tienen exigencias
regulatorias desmedidas y un claro ejemplo son los fondos de garantías
para los planes de cierre, que en muchos casos solamente dar esa
garantía te copa la línea de crédito.
¿La gran minería? Pregunto por la cantidad de permisos que se requieren para los grandes proyectos.
Es relevante, y una de las líneas de actuación de la Sonami para el
próximo año es tratar de promover una simplificación de la regulación
sin amenazar los objetivos que se buscan, manteniendo los objetivos de
sustentabilidad, medioambiente, etc. Creo que es necesario tener una
legislación que sea más fácil de cumplir, menos burocrática y entrabada,
para volver atraer inversión minera nacional e internacional, cuando la
inversión vuelva, y esperamos que la inversión vuelva a lo mejor a
mediados del próximo año, o en 2018, y queremos que la inversión se haga
en Chile y no en otras partes.
Y en la línea legislativa, ¿hay un entendimiento por parte de la autoridad de lo que implicarían estos cambios?
Todos se han dado cuenta que la inversión minera es importante, porque
sin ella el crecimiento del país es distinto, mucho más bajo. Todos se
han dado cuenta de la importancia que tiene la minería, pero todavía eso
no se refleja en considerar a la minería en los proyectos de ley como
debería ser. Un buen ejemplo es el Código de Aguas donde se aborda el
tema de las aguas del minero, que es algo muy especial que afecta sólo a
la minería y se propone cambiar esto, y precarizar los derechos de
extraer esa agua que es necesario técnicamente para poder trabajar una
mina y en esto el Ministerio de Minería no ha sido consultado tampoco.
¿Por poca proactividad de la cartera o porque se le ha marginado?
Siempre se le ha marginado; siempre el Ministerio de Minería ha sido un
ministerio que no se le ha dado tanta importancia, y hoy día -donde la
minería ha representado más del 10% del PIB- las instituciones son las
mismas que teníamos hace 30 años en cuanto a presupuesto y cantidad de
gente. Es decir, se ha aumentado muy poco y eso te demuestra la poca
importancia que se le da.
El próximo año de elecciones, ¿cuáles serán los lineamientos del gremio en este contexto?
Nos interesa que en los programas presidenciales, en el momento
oportuno, se discutan también los temas de minería, y que haya algunas
iniciativas orientadas a que la regulación sea más competitiva de manera
a volver a atraer la inversión.
En ese sentido, ¿el esfuerzo donde debe enfocarse para atraer la inversión?
En tener una regulación que sea más efectiva, más sencilla, que sea
clara en algunos temas donde la certeza jurídica no es tan clara, que se
defina, por ejemplo, el tema de los glaciares; el tema del agua del
minero en la modificación al Código de Aguas, y después hay otras
iniciativas que el Gobierno ha estado promoviendo tímidamente, y que se
deberían hacer, entre ellas una institución que se preocupe de los mega
proyectos, que tengan la verdadera ventanilla única a través de una
institución y que la tramitación sea a través de esa institución,
centralizado.
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