Presidente de KGHM: “No tenemos intención de vender el proyecto Sierra Gorda”
El presidente y CEO de KGHM, Radoslav Domagalski-Labedzki, reafirmó el compromiso de la minera estatal polaca con el desarrollo a largo plazo del proyecto.
Pese a reconocer que los resultados no han estado acorde a lo estimado originalmente, el presidente y CEO de KGHM, Radoslav Domagalski-Labedzki, reafirmó el compromiso de la minera estatal polaca con el desarrollo a largo plazo del proyecto Sierra Gorda.
El ejecutivo estuvo la semana pasada -por primera vez- en Antofagasta. Con anterioridad sus estadías se limitaban sólo a visitar esa operación minera ubicada a 170 kilómetros de la capital regional, en la comuna homónima.
Sierra Gorda -propiedad de KGHM (55%) y Sumitomo Group companies (45%)- es una mina de cobre y molibdeno cuya inversión inicial alcanzó los US$4.000 millones. Sin embargo, sus resultados no han sido los esperados por sus propietarios.
Mientras durante 2015 la compañía arrojó pérdidas por US$927 millones, durante el primer semestre de 2016 esa merma llegó a US$229 millones. El proyecto -además- se vio envuelto en el conflictivo episodio del galpón para trasferencia y acopio de concentrado de cobre de Antofagasta Terminal Internacional (ATI), desde donde despachará su producción.
¿Cuál es la evaluación que hacen de la experiencia en Chile?
-KGHM es una compañía global que más allá de las inversiones mineras propias en Polonia, tiene inversiones en el extranjero -varias de ellas en América-, siendo Sierra Gorda lejos el proyecto más importante de la compañía fuera de nuestras fronteras. Es el de mayor valor y con el cual estamos más comprometidos.
Eso nos alegra mucho porque Chile tiene una reputación de ser un país muy estable, con una tradición minera muy fuerte y muchos recursos, por lo que nuestra presencia acá es estratégica. Estamos acá para quedarnos por mucho tiempo, la vida útil de la mina es a largo plazo y estamos enfocados en hacer que este proyecto sea rentable lo antes posible. Sabemos que estamos bajo un escenario de precios bajos muy desfavorable y eso no lo podemos controlar, lo que sí controlamos son las eficiencias del proyecto y ahí está nuestro foco. Lamentablemente las estimaciones que se hicieron originalmente respecto del proyecto no se dieron, pero eso no va a hacer que KGHM renuncie, muy por el contrario, somos pacientes y vamos a enfocarnos en las eficiencias.
¿Qué tan complejo han sido para la compañía los resultados obtenidos en estos primeros años?
-La evaluación de este proyecto siempre debe ser a largo plazo, si bien los resultados están por debajo de las expectativas KGHM ve este proyecto dentro de su estrategia como compañía minera global. En Polonia también tenemos grandes proyectos y estamos sufriendo con los precios bajos, pero en este complejo escenario estamos mucho mejor que nuestros competidores.
No podemos saber qué sucederá con los precios, ojalá suban pronto, pero lo que sí podemos hacer es el control de costos y eso lo estamos haciendo acá y en Polonia. No esperamos tener grandes problemas financieros porque somos una compañía global y estamos en constante evaluación de estos factores.
Política
KGHM pertenece en un 70% a privados y 30% al gobierno polaco que -pese al porcentaje minoritario- mantiene su control. Por tal razón, los magros resultados de Sierra Gorda han servido para una serie de cuestionamientos de sectores políticos opositores al gobierno.
El tema ha sido contaminado por lo político en su país… ¿Qué escenario advierte con ello?
-KGHM es muy importante para la economía polaca, los índices de desempeño que tiene la compañía en la bolsa de nuestro país son monitoreados muy de cerca por toda la ciudadanía y evidentemente por los políticos que están en la coalición de gobierno como de oposición, entonces debemos seguir estrictas reglas corporativas y los mejores estándares exigidos por el hecho de ser una empresa listada en la bolsa.
Es por ello, que si bien el tema de la estabilidad financiera es muy importante, eso no influye realmente en el objetivo principal que es la eficiencia en las operaciones y preocuparse de agregar valor a todos los accionistas. El criterio número uno es la eficiencia, producción y el valor económico de la compañía.
¿Creen que pagaron sobre precio por Sierra Gorda?
-Es un hecho que se pagó una cantidad importante de dinero en un momento determinado de la historia de la economía de los metales y las expectativas que hubo en un comienzo no se dieron. Es difícil decir si se pagó mucho o poco, en ese momento fue una buena decisión, hoy estamos viviendo una realidad distinta y tenemos que adaptarnos a ésta y velar porque el proyecto sea rentable lo antes posible.
En algún momento se especuló con que podrían salir de la sociedad. ¿Es eso efectivo?
-No hay ninguna intención de vender Sierra Gorda o salir de la sociedad. Por el contrario, tenemos el compromiso más absoluto de seguir adelante pese al escenario negativo y de los resultados económicos, y nuestros socios de Sumitomo están en la misma posición, enfocados en los resultados y sin intención de deshacerse de este activo.
Durante el último año aplicaron fuertes recortes en personal y gastos. ¿Tienen considerados nuevos ajustes?
-Los ahorros son muy importantes en épocas de precios bajos y los ajustes son una reacción natural de cualquier empresa minera. Creo que el tiempo de ajustes en la dotación quedó atrás y no esperamos nuevos despidos.
¿En qué situación está la Fase II que fue detenida durante 2016?
-Es un proyecto que está vigente, pero por ahora nuestro objetivo más importante es lograr la máxima eficiencia en la Fase I. Nuestra energía está puesta en que la Fase I sea económicamente rentable, luego que eso suceda, el paso siguiente será la Fase II.
El último trimestre de 2016 fue muy positivo -incluso hemos hecho algunas pequeñas inversiones para mejorar la eficiencia- por lo que esperamos que este año se mantenga esa tendencia y sigamos mejorando.