Estos son los 5 logros más destacados de la ingeniería chilena en 2017
La lista la realizó la Universidad Católica y los proyectos abarcan desde cargadores de celulares con un temblor hasta un modelo matemático de un ataque cardiaco.
Desde un aparato que permite cargar celulares con un sismo hasta orujos de uvas para reparar el asfalto, son parte de las investigaciones reconocidas por su aporte al país.
La Universidad Católica (UC) destacó las cinco grandes innovaciones que han dado a conocer los ingenieros de esta casa de estudios durante 2017, a través de una publicación especial preparada por Visión UC que aborda el impacto público de los proyectos.
Las ideas científico-tecnológicas abarcan desde un aparato que permite cargar celulares con un sismo hasta orujos de uvas para reparar el asfalto. También un modelo matemático de un ataque cardiaco para mejorar el tratamiento de enfermedades y el uso de plantas nativas para obtener hallullas más sanas.
Gran parte de dichos avances fueron apoyados por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico y, a su vez, reconocidos por el Instituto Nacional de Propiedad Industrial.
Cargador de celulares mediante sismos. La tecnología liderada por el ingeniero Luciano Chang, genera energía por medio de las vibraciones de los cuerpos. Su desarrollo permitiría cargar un celular o alimentar un equipo de comunicaciones en un sitio aislado o de difícil acceso, sin la necesidad de baterías o fuentes eléctricas.
Orujos de uva para “rejuvenecer” el asfalto. El ingeniero Guillermo Thenoux y su equipo investigador, lograron reducir en un 14% la fatiga y el agrietamiento de los pavimentos de asfalto, gracias a la acción antioxidante de los orujos de uvas provenientes de las cepas Cabernet Sauvignon. La innovación podría constituir una alternativa factible para mejorar la durabilidad de los pavimentos.
Modelo matemático de un infarto al corazón. La innovación creada por el ingeniero Daniel Hurtado y el equipo de trabajo del Laboratorio de Biomecánica y Biofísica Computacional UC, busca mejorar el tratamiento de estas enfermedades, aprovechando el desarrollo de las supercomputadoras que hoy posibilitan estudiar y modelar órganos complejos como el corazón.
Hallullas más sanas. Una investigación liderada por el ingeniero Franco Pedreschi logró obtener las primeras hallullas libres de acrilamida, un compuesto químico potencialmente cancerígeno que se forma en alimentos horneados, gracias al uso de extracto de vainas de Tara, una especie nativa de América del Sur.
Réplicas anatómicas del cuerpo humano. El proyecto desarrollado por los profesores Andrés Neyem y Óscar Inzunza, de Ingeniería y de Medicina, respectivamente, consiste en un set de réplicas físicas y virtuales en 3D de secciones transversales del cuerpo, para mejorar la interacción y aprendizaje de los futuros médicos.