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Análisis Regional de la Producción

África produjo 1.8 Mt de acero en abril de 2024, registrando un aumento del 1.4% en comparación con abril de 2023. Este crecimiento destaca la capacidad de la región para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado global.

Asia y Oceanía, las mayores regiones productoras, generaron 114.8 Mt, lo que significa una reducción del 5.8%. Este descenso está principalmente impulsado por la baja producción en China, que registró una disminución del 7.2% con 85.9 Mt. India, sin embargo, mostró un crecimiento del 3.6% produciendo 12.1 Mt, posicionándose como un actor clave en la región.

La Unión Europea (27) produjo 11.3 Mt, aumentando un 1.1%. Alemania, el principal productor europeo, aumentó su producción en un 6.4% con 3.4 Mt, reflejando una recuperación en su sector industrial.

Europa, Otros, que incluye países fuera de la UE como el Reino Unido y Turquía, produjo 3.4 Mt, una disminución del 2.6%. Turquía, sin embargo, reportó un aumento del 4.5% con 2.8 Mt.

El Oriente Medio produjo 4.6 Mt, marcando una disminución significativa del 8.2%, con Irán bajando su producción en un 12.3% a 2.7 Mt.

América del Norte registró una producción de 8.9 Mt, un 5.2% menos. Estados Unidos produjo 6.7 Mt, una caída del 2.8%, mientras que México contribuyó significativamente a la producción regional.

Rusia y otros países de la CEI junto con Ucrania produjeron 7.4 Mt, una disminución del 3.5%. Se estima que Rusia produjo 6.2 Mt, un 5.7% menos.

América del Sur produjo 3.4 Mt, un 3.9% menos. Brasil, el mayor productor de la región, disminuyó su producción en un 2.1% con 2.7 Mt.

Impacto y Perspectivas Futuras

El descenso en la producción mundial de acero refleja una combinación de factores, incluyendo la incertidumbre económica global, las políticas ambientales más estrictas y las fluctuaciones en la demanda de los mercados. Sin embargo, algunas regiones muestran resiliencia y capacidad de crecimiento, destacando el potencial de recuperación en el futuro cercano.

El aumento en la producción en regiones como África y ciertos países europeos indica un posible cambio en las dinámicas de producción y la posibilidad de nuevas estrategias de crecimiento. Las inversiones en tecnologías sostenibles y la mejora de la eficiencia energética pueden ser factores determinantes para el futuro de la industria del acero.