Conocida por su naturaleza compleja y operaciones a gran escala, la industria minera se encuentra en medio de una evolución tecnológica que redefine la forma en que se hace minería hoy en día. Por ello, la implementación del Big Data representa una oportunidad para conocer una nueva dimensión de eficiencia, seguridad, productividad y también sostenibilidad.
“Hoy en día, la minería ha adoptado en gran medida la digitalización: implementando tecnologías IoT -tanto en IT como OT-, despliegue de redes de comunicación LTE, y dispositivos conectados desde prendas de vestir, drones, vehículos pesados, hasta los propios procesos operacionales de la mina”, agregó Salvador Izquierdo, KAM del segment Cloud & Service Providers para Perú y Bolivia de Schneider Electric.
A su vez, el especialista señala que el Big Data ayuda a optimizar la producción, reducción de costos, predicción de comportamiento de equipos, identificación de situaciones de riesgos, descubrimiento de situaciones no vistas o estudiadas antes con los métodos tradicionales.
Por otro lado, la seguridad también es una prioridad fundamental en la minería, por ende, el Big Data facilita la identificación de patrones y tendencias en incidentes de seguridad, permitiendo una gestión proactiva de los riesgos.
Esto debido a que, al tener registro de los datos extraídos de sensores en equipos mineros, dispositivos portátiles de los trabajadores, sistemas de monitoreo ambiental y registros operativos, es mucho más fácil obtener información detallada sobre el rendimiento de los equipos, las condiciones del entorno y comportamiento de los trabajadores, permitiendo así aspectos relevantes para seguridad.
El Big Data ayuda al mantenimiento predictivo de los equipos mineros. A nivel mundial ya se está utilizando información histórica almacenada, visualizando mejores prácticas y generando modelos predictivos que ayudan a los clientes a su planificación.
Asimismo, la aplicación de algoritmos de Machine Learning en el análisis de datos geológicos y de perforación ha revolucionado la forma en que se lleva a cabo la extracción de minerales, así como también una precisión mejorada en la identificación de depósitos minerales y la planificación de operaciones.
Finalmente, dentro del quehacer minero, el Big Data no solo mejora la eficiencia operativa, sino que además contribuye al cumplimiento de regulaciones ambientales y prácticas de responsabilidad social, pues permite a cada compañía poder monitorear y gestionar de manera efectiva el impacto ambiental de sus operaciones dentro del entorno donde se desempeña.
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