Fueron parte de la historia
Son miles las experiencias que guarda la memoria del mineral de Chuquicamata, y que hoy, al conmemorarse sus 100 años de vida, queremos revivir con algunos testimonios de quienes trabajaron en este yacimiento y lo vieron crecer.
Irene Aracena
Geóloga y experta en Geometalurgia, Irene Aracena recuerda su arribo a Chuquicamata en enero de 1980 para hacer su práctica profesional como estudiante de Geología de la Universidad de Chile, en el inicio de una experiencia laboral que se extendió hasta 1998.
Tras esa práctica, realizó su memoria y posteriormente le hicieron una propuesta para trabajar como supervisora. “Fui la primera mujer geóloga contratada en Chuquicamata y ese es el título con el que el mundo minero me conoce”, destaca.
En sus 18 años en Chuquicamata recuerda que se desempeñó como geóloga de producción y geóloga de investigación en proyectos que se orientaban a evaluar los elementos valiosos presentes en las rocas de este yacimiento.
Hoy, esta directora del Colegio de Geólogos dice sentirse “orgullosa de haber trabajado en Codelco, porque las cosas se hacían muy bien, se investigaba, el equipo de geólogos era bastante bueno. Era un ambiente agradable y la meta común era obtener la información necesaria para que Chuquicamata obtuviera el mejor producto”.
Luis Vejar
La experiencia laboral de Luis Vejar, jefe de turno de Protección Industrial en Chuquicamata, se remonta hace 47 años, cuando ingresó a la administración americana de Chile Exploration Company en 1968.
“Más de la mitad de mi vida está en Codelco y mi experiencia es un legado que quiero dejar, porque siempre consideré mi trabajo con responsabilidad”, dice, destacando que para él ser vigilante es una profesión. “Cualquiera no es vigilante de protección industrial, porque nosotros portamos armas y requiere un perfil especial. Todos los años nos capacitamos y rendimos evaluaciones psicológicas, además de un entrenamiento físico como defensa personal que es lo básico para cumplir nuestra función”, destaca Vejar, quien se ha perfeccionado con más de 30 cursos con el apoyo de la División.
“Hoy debemos entender que estamos viviendo un cambio y todos los cambios son beneficiosos para la empresa. Son 100 años haciendo las cosas de una forma y este cambio genera nostalgia, pero se entiende que es por el bien de la empresa”, asegura.
Nelson Cortés
Tres décadas ha dedicado Nelson Cortés al Área de Fundición de Cobre de Chuquicamata, donde alcanzó el cargo de jefe de turno de su planta. En 1996 fue reconocido como el mejor trabajador de la División y el primero en destacarse por su aporte a la rebaja de costos tras una innovación tecnológica donde la empresa ahorró US$150.000 por maniobras que extendieron la vida útil de los moldes de fabricación.
Cortés recuerda una época donde el ingenio y el trabajo físico eran la tónica. “Siempre tengo en mente la fundición, en mi hogar pienso cómo reforzar un molde o que yo diseño un molde para cargar de manera más eficiente. Codelco me permitió crear y agradezco esa confianza”, comenta.
“En los 30 años que estuve en la empresa siempre escuché que la querían cerrar por un tema de costos. Eso nos impulsó a empeñarnos en innovar, en organizarnos, pues había que demostrar que el capital humano que ahí trabajaba tenía potencial y disciplina”, añade, haciendo ver que el tiempo pasa muy rápido y que con él cambia la tecnología. “La oportunidad es de los jóvenes, en ellos está cumplir las nuevas exigencias”, concluye.