Subcontratación es prioridad para inyectar competencia a la minería
.La externalización de los trabajos en la industria hoy enfrenta fuertes cuestionamientos, pero es un modelo que genera una cadena de valor fundamental para reactivar la economía, dice Andrés Aguirre.
Por cada trabajador directo que existe en la industria minera, hay poco más de dos subcontratados. Pero la externalización, bien aplicada, produce un desarrollo económico importante, por los encadenamientos productivos, tecnológicos y de servicios que genera alrededor.
Andrés Aguirre, presidente de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (Aprimin), advierte que hoy existe una “tendencia a disminuir la subcontratación por un tema más bien ideológico”, pero recalca que esta es clave para recuperar la competitividad de esta industria que hoy se encuentra golpeada por altos costos y un bajo precio del cobre. Este modelo permite absorber peaks temporales de alta demanda de personal capacitado, concentrarse en áreas estratégicas, minimizar los riesgos, impulsar mejoras continuas en las operaciones y crear una minería virtuosa, comenta.
“La externalización reduce los costos no porque se les pague menos a los trabajadores, sino porque es un proceso más eficiente y con gente más experta”, asegura Aguirre. Reconoce que en el superciclo del cobre las empresas extremaron la subcontratación porque les daba flexibilidad y expertise que no encontraban en sus trabajadores directos, pero hoy esa tendencia se ha ido ajustando, por el escenario que enfrenta el sector.
Dice que lo importante es que cada minera vea caso a caso qué fórmula le permite ser más competitiva, pero afirma que “si hay una obligación de no poder recurrir a terceros, obviamente las mineras van a ser menos competitivas”. Se refiere, sobre todo, al nuevo proyecto de ley de subcontratación que prohibiría la contratación de servicios externos para tareas que son del giro propio de la empresa. “Debiese existir esa libertad (…) Estamos compitiendo en un mundo globalizado, y si matamos la minería con todas esas normas, además del costo de la energía y la baja productividad, obviamente las inversiones no se van a hacer en Chile”, manifiesta.
Critica también la reforma laboral, donde comenta que “no hay un buen diagnóstico de lo que pasa, porque la minería no es tan conocida”. Dice que la idea de “facilitar las huelgas y fomentar los sindicatos” generará más interrupciones a la producción y dejará las fuerzas desbalanceadas. “Será muy poco atractivo invertir en Chile”, dice.
La falta de proyectos afecta directamente a Aprimin, gremio que se entera “todos los días de empresas asociadas a las que les han cortado contratos”. Aguirre dice, eso sí, que estos ciclos bajos les sirven para “eliminar la grasa y sacar músculos”. Por eso hoy están trabajando junto a las empresas en avanzar en productividad, innovación, y mejorar ciertos procesos que permitan producir más.