Minería de la Región de Antofagasta bajará a la mitad consumo de agua fresca al 2026
En Antofagasta hay 16 proyectos de plantas desaladoras, la mayoría asociados a iniciativas de inversión minera o de generación eléctrica.
La minería de la Región de Antofagasta bajará a la mitad su actual consumo de agua fresca al 2026. Así lo adelantó un estudio realizado por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), según el cual Antofagasta es la región del país donde más crecerá el uso de agua de mar desalinizada asociada a la industria durante ese periodo.
Para el consumo de agua fresca a nivel nacional, los resultados de esta investigación -presentada hace unos días en Expomin- indican que hacia 2026 se daría una tendencia decreciente de un 1,9% anual desde lo estimado al 2015, mientras que para el caso del agua de mar esta sería creciente a una tasa de 14,1% anual.
Así, a 2026 el consumo de agua fresca alcanzaría los 10,8 m3/s (siendo un 87% proveniente de iniciativas base o probable), lo cual casi se iguala al uso de agua de mar de 10,7 m3/s (con un 60% explicado por proyectos en la misma situación). Es decir el 50% del consumo de la industria minera nacional provendrá del mar.
La analista de Estudios de Cochilco, Camila Montes, destacó que entre los diversos desafíos del sector se encuentra precisamente el acceso y la gestión del recurso hídrico, resaltando que dicho factor condicionará la concreción de la actual carpeta de proyectos mineros.
A nivel regional, Antofagasta será la región con mayor crecimiento en caudal de consumo de agua de mar, reduciendo consistentemente su participación de consumo nacional de agua fresca desde un 43% en 2015 a un 21% en 2026.
Asimismo, en términos de costos, un análisis conceptual indica que la utilización de agua de mar desalada en operaciones que consumen 200 l/s significaría un costo de US$0,16 por libra, con un rango entre US$0,7 a US$0,27 en un escenario de precio de la energía de 100 US$/MWh.
‘Amenaza’
Hace seis años, las principales amenazas para el desarrollo de la industria minera regional estaban dados por los suministros de energía y agua.
Hoy la realidad giró positivamente y en el sector energético la situación actual es de excedentes y las cifras de la Seremi de Energía indican que hay proyectos por US$36.071 millones en la zona, la mayoría asociados a energías renovables.
En lo que respecta al suministro de agua, la situación es algo similar. El agotamiento de las fuentes naturales obligó a expandir las tecnologías asociadas a la desalación de agua de mar.
Es así como sólo en la región de Antofagasta el catastro de la Corporación de Bienes de Capital (CBC) -actualizado a marzo de 2016- contabilizó 16 proyectos de plantas desaladoras.
Entre las iniciativas identificadas por la CBC está la planta desalinizadora y suministro industrial Spence en sus etapas 1 y 2 por US$600 millones y US$200 millones, respectivamente.
Además, contabilizó las plantas desaladoras contenidas en los proyectos mineros. En esa condición hay 4 iniciativas asociadas a desarrollos como Suministro de agua desalinizada para Minera Escondida (US$3.430 millones), Explotación sulfuros Radomiro Tomic Fase II (US$5.400 millones), Proyecto minero Arbiodo (US$503 millones) y El Abra Mill Proyect (US$5.000 millones), los dos últimos diferidos en sus cronogramas de ejecución por sus controladores.
Adicionalmente, hay otras cuatro plantas de tratamiento proyectadas en la zona. Tres pertenecen a Aguas Antofagasta y la otra es la ampliación de la planta de Central Termoeléctrica Angamos.
Generadoras
Asociadas a proyectos no mineros, la CBC contabilizó otras 6 iniciativas que consideran plantas desaladoras. Entre estos figuran la Central Termoeléctrica a Carbón Cochrane, Empresa Eléctrica Luz Minera, Kelar, Infraestructura energética Mejillones y la Ampliación de Molynor Etapa 1, todos en Mejillones.
En relación a la situación del recurso hídrico en la región, ésta es crítica, por lo que la baja proyectada en el consumo de agua fresca debe interpretarse como una buena noticia. Basta recordar que la principal fuente de la zona -el río Loa-, fue declarada agotada en el 2000.
Respecto a aguas subterráneas, desde la Seremi de Obras Públicas detallaron que los derechos constituidos en la zona superan los 16.000 litros por segundo, principalmente en comunas en las que se verifica la constitución de aguas subterráneas, es decir, Antofagasta, Calama y San Pedro de Atacama, cuyo uso principal es el minero.
“Dada la escasez de agua que se genera en la zona, la Dirección General de Aguas exigió implementar planes de alerta temprana al momento de constituir nuevos derechos, y la instalación de dispositivos que permiten controlar la efectiva extracción de las aguas a fin de evitar la sobre explotación y daño ambiental”, explicó el director regional de la Dirección Regional de Aguas (DGA), Norberto Portillo.
En la región hay cinco áreas de restricción (imposibilidad de constituir nuevos derechos en forma permanente): acuíferos de Aguas Blancas y Rosario, Sierra Gorda y Salar de Llamara, Elvira, Laguna Seca, Tilopozo y Pajonales.
‘Agotado’
Para el caso específico del río Loa, Portillo aseguró que “fue declarado agotado para la constitución de nuevos derechos de aprovechamiento de aguas, de carácter consultivo, de ejercicio permanente y continuo el año 2000. Además, los grandes usuarios, (Codelco, FCAB, Aguas Antofagasta y SQM) tienen en el río dispositivos de control, registro continuo y transmisión satelital para controlar las extracciones efectivas en sus captaciones a lo largo del caudal”, dijo.
Asimismo, insistió en que la DGA posee estaciones satelitales a lo largo del Loa y otras fuentes “para medir el recurso, no sólo en cuanto a caudal, sino también en lo que se refiere a sedimentos, calidad química, y otros parámetros”, finalizó Portillo.