Cerca del 70% de la inversión minera en evaluación ambiental estaría congelada
De una cartera total de proyectos por US$ 35.879 millones, al menos unos US$ 25.000 millones estarían paralizados y no cuentan con fechas tentativas para iniciar su construcción.
El 70% de la inversión que contemplan los proyectos mineros que figuran en evaluación ambiental en el último catastro de abril del Consejo Minero, estaría paralizado o congelado. La cifra equivale a US$ 25 mil millones -más de dos tercios-, de un total de US$ 35.879 millones.
Entre estas iniciativas que no tienen siquiera fecha tentativa de inicio de ejecución de las obras figura Pascua Lama, proyecto de la canadiense Barrick, que considera una inversión por US$ 8.500 millones y que se encuentra actualmente en un plan de suspensión temporal por los problemas financieros que enfrenta la empresa y las numerosas complejidades ambientales y comunitarias que los aquejan. A su vez, figura Cerro Casale, también de Barrick, que contempla una inversión por US$ 6.000 millones. El proyecto está paralizado e incluso la empresa amortizó el año pasado US$ 778 millones por el proyecto, y no reactivaría la iniciativa al menos hasta que se asegure una rentabilidad alta.
Esta lista crece con los proyectos de Kinross Gold, La Coipa Fase 7 y Lobo Marte, que en conjunto suman US$ 1.000 millones, y Quebrada Blanca 2, de la minera Teck, que prevé una inversión por US$ 5.600 millones, según los datos del Consejo Minero. Sin embargo, la minera ya ha anunciado que este monto será optimizado en unos US$ 1.000 millones, aunque esto se definirá a fines de este año. Fuentes comentan, eso sí, que este proyecto no se iniciaría hasta que la empresa no cuente con la aprobación definitiva de su proyecto Quebrada Blanca I, que está tramitando una actualización desde mediados de 2014 y aún no se resuelve.
Por último, en el proyecto Corredor -fusión de El Morro y Relincho-, propiedad de Goldcorp y Teck, con una inversión proyectada de US$ 3.900 millones, aún no hay mucho avance, dicen cercanos. Los estudios iniciales de ingeniería recién se terminarían a mediados de este año y a mediados de 2017 recién harían el estudio de prefactibilidad, proceso que tomaría unos 18 meses.
Entre las iniciativas vigentes figura Radomiro Tomic Fase 2, de Codelco; Desarrollo Distrito Centinela y Proyecto Infraestructura Complementaria Minera Los Pelambres, ambos de Antofagasta Minerals; Optimización proyecto Sierra Gorda, de KGHM, y Los Bronces Fase 7, de Anglo American. Todos suman US$ 10.879 millones.
Un sector deprimido
La minería está en crisis, y la cartera de proyectos es un reflejo de esto. En un año (2015-2016), los proyectos en evaluación pasaron de US$ 46.878 millones, a US$ 35.879 millones, según los datos del Consejo Minero. Los proyectos en ejecución, en tanto, han caído alrededor de US$ 1.109 millones, y este año llegaron a US$ 15.122 millones. La mayor parte de esta inversión corresponde a Codelco, que de no hacer los proyectos estructurales perdería de manera importante su competitividad, ya que sus yacimientos son viejos y año a año baja la ley de mineral, entendido como cantidad de mineral extraída por roca removida.
Solo el año pasado el cobre cayó más de 20%, y en 2016 se prevé que su valor baje aún más, lo que preocupa a las mineras, que han puesto un fuerte foco en el cuidado de su caja. A modo de ejemplo, Codelco ha evitado estresar la caja y para eso disminuyó el ritmo de desarrollo de algunas inversiones, al igual que Antofagasta Minerals del grupo Luksic, que desarrollará de manera más lenta sus proyectos en Minera Centinela.
Los bajos precios han impactado fuerte a las empresas, no tanto por su abrupta caída, sino más porque las pilló en un período de costos de producción muy altos, producto del fin del superciclo del cobre.
