Riesgo país de Chile sube pero sigue siendo el más bajo de la región
Los índices EMBI y CDS mostraron su mayor nivel desde mediados de 2013. Los analistas advierten que se debe a la influencia de factores externos.
(Pulso) Con especial cuidado se han observado las constantes reuniones que mantiene la FED (Banco Central de Estados Unidos) donde decide el curso de la tasa de interés, que se ha mantenido desde fines de 2008 entre el 0% y 0,25%. Ayer la presidenta de la institución, Janet Yellen, expuso ante el Senado estadounidense la política de “paciencia” que han mantenido hasta ahora y que esperan cambiar a partir de junio de este año y elevar paulatinamente la tasa hasta llegar a 2%.
La decisión que tome la FED influye directamente en la evaluación del riesgo de pago de deuda de los países, ya que Estados Unidos marca la pauta de las tasas de interés a nivel mundial. Y Chile no es la excepción y pese a tener el menor riesgo país y colocar bonos a tasas envidiables comenzó el año con un leve ascenso en el riesgo país, tanto medido en EMBI como en CDS.
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El índice EMBI que da seguimiento diario a una canasta de instrumentos de deuda en dólares de países emergentes y sus empresas estatales, Codelco en este caso, comenzó el año subiendo. Desde mediado de 2013 que el EMBI no mostraba cifras tan altas como las que se han evidenciado los dos primeros meses de este año, en que rozó los 200 puntos, mismo fenómeno que evidencia el CDS, que mide el riesgo soberano con instrumentos más líquidos, que desde agosto de 2013 no superaba los 100 puntos y en enero llegó a 107.
Al respecto, el economista Matías Madrid de Banco Penta, explica que el fenómeno es necesario verlo a nivel latinoamericano, ya que países como Perú, México y Colombia también han mostrado la misma tendencia al alza en los últimos meses, parecida a la chilena: “Esto se debe a la evolución de los flujos de capitales de países emergentes, por lo demás la economía estadounidense está bastante sólida, lo que permite que los flujos se vayan a estos países”. Sin embargo expresa que en Chile este tipo de movimientos no se ha visto más fuerte por la depreciación de la moneda y por la incertidumbre que han generado las diversas reformas que ha anunciado el Gobierno.
El experto proyecta que “lo más probable es que se mantenga en esos rasgos acotados. No vemos un alza mucho mayor a la que estamos presenciando”, descartando de esta manera que el país se esté dirigiendo a cifras cercanas a las alcanzadas antes de la crisis económica de 2008.
Misma opinión comparte el economista Felipe Alarcón de Euroamerica, quien agrega que en los valores del EMBI y CDS evidenciadas en el último tiempo influyen no sólo factores locales sino externos como lo es la crisis de Grecia y la deuda que mantiene con la troika; y la guerra en Ucrania. “También está contaminado por la cada vez más inminente alza en la tasa de interés en Estados Unidos, que va a afectar el financiamiento de economías emergentes y Chile está incluido en ese grupo”, comenta Alarcón.
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En tanto, para que el indicador vuelva a los promedios históricos, cercanos a 100, el experto asegura que dependerá de Grecia, ya que a pesar de que estaría ad portas de un acuerdo, es probable que la situación se mantenga incierta por un par de meses más.
Al analizar el EMBI nacional en comparación al EMBI + Latin, las cifras Chile se mantienen como las más bajas de la región. Mientras Chile cerró enero con 200 puntos, Perú cerraron con 208; Uruguay en 218; Colombia en 229; México con 211; y Brasil en 324, todos al alza. El promedio latinoamericano esta por sobre los 500 puntos, impulsado principalmente por Argentina que marca 742 y Venezuela, que alcanza los 3.173.
El economista de Credicorp, Andrés Osorio, indica que estas cifras no representan un real riesgo para Chile, sino que sigue un fenómeno latinoamericano, destacando que el país “si bien está pasando por una desaceleración económica, las cuentas fiscales siguen bastante sólidas. De hecho tienen grandes reservas y la depreciación del tipo de cambio es algo que comúnmente ocurre en economías desaceleradas lo que es algo bueno, porque con el tipo de cambio flexible aumenta el valor y se incentivan las exportaciones y el país crece más”.
Además agrega que una prueba de que no hay riesgo son las deudas
soberanas que el país emitió durante el año pasado, “que salieron a muy
buenas tasas”.
Respecto al futuro señala que “no hay un cambio tan importante a largo plazo, respecto del riesgo de Chile”.